Esta mamá deseperada envió en enero una carta de lectores al diario Clarín en la que describió muy bien lo que sienten la mayoría de las mamás cuando tienen que reinsertarse en el trabajo luego de tener a sus bebés.
La reproduzco en este blog porque fue la gota que rebalsó mi vaso y, luego de leerla y llorar de bronca y de impotencia, me decidí a que "algo tenemos que hacer".
La reproduzco en este blog porque fue la gota que rebalsó mi vaso y, luego de leerla y llorar de bronca y de impotencia, me decidí a que "algo tenemos que hacer".
Y ese algo se fue agrandando mientras conversábamos vía Facebook con Las Casildas, y con Valeria Wasinger, y a través de ellas con muchas más. Y somos cada vez más... Y con todas quiero compartir la carta de Juliana, que seguramente ya muchas conozcan, pero para las que no, acá va:
“Me convertí en un monstruo”
por Juliana Estévez
Soy la mamá de Felipe, mi primer hijo, que ahora tiene 5 meses. A los 3 meses me reincorporé al trabajo y me pregunto quién fue la feminista que dijo que las mujeres podíamos trabajar, criar un bebé, atender un marido y hacer las compras. ¡Es dificilísimo!
Esta carta es un desahogo por todas aquellas mamás que me encuentro en cada lugar que voy, por cada mamá silenciosa que se levanta mil veces por la noche a dar teta a su bebé, a poner un chupete o cambiar un pañal; por cada mamá que se sienta una “traficante” de leche; por cada mamá que es mirada cada vez que se levanta de su escritorio 15 minutos para sacarse leche; por cada mamá que tiene que dejar a su bebe en un jardín maternal (¡desgarrante!); por cada mamá que volvió a su trabajo y no tenía más su escritorio; por cada mamá que al tomarse la mísera hora de lactancia para irse a su casa a reencontrarse con su bebé es tildada de “sindicalista”; por cada una de ustedes que al leer esta carta van a saber de qué hablo.
Cómo puede ser que las leyes no contemplen más tiempo para criar a nuestros hijos recién nacidos. Cómo puede ser que hagan campaña sobre lactancia hasta los 6 meses y muchas de nosotras a los 45 días dejamos a nuestros bebés en manos de otras personas. Cómo puede ser que nos hagan volver al trabajo tiempo completo cuando dormimos cada dos horas y tenemos la responsabilidad de una vida en nuestras manos.
Cómo puede ser que estemos tan desamparadas… Les puedo decir que somos muchas las madres que tenemos este nudo en la garganta. Somos muchas las que tenemos que trabajar, pero vamos con lágrimas en los ojos. Somos muchas las que tenemos ganas de gritar que nos dejen estar con nuestros hijos, por lo menos hasta que tengan un año. No soy una vaga que no quiere trabajar. Al contrario, el trabajo dignifica y me da mi identidad, pero ahora soy la mamá de Felipe antes que nada. Somos muchas las que no quemamos vagones, ni tomamos predios, somos muchas profesionales, de clase media, la clase media realmente laburante, que necesitamos que nos escuchen.
Ser madre te desequilibra emocionalmente, terriblemente en mi caso: según mi marido me convertí en un monstruo… Puede ser… estar sin dormir, trabajar y atender a mi bebé me convierte simplemente en madre. Les pido a los legisladores y especialmente a nuestra Presidenta, por favor, hagan una ley que nos ayude a poder darle la atención, el cariño, el amor a nuestros bebés. Ayúdennos a que sean lactantes hasta los 6 meses. Ayúdennos a que al volver a nuestros trabajos no seamos miradas como bichos raros. Ayúdennos… les pido que tengan en cuenta que el primer año de vida de nuestros hijos es fundamental que estén con sus madres. Con lágrimas en los ojos, ¡les pido por favor que nos escuchen!
Juliana Estévez “EL MONSTRUO” mamá de Felipe, ladyjuli@hotmail.com
por Juliana Estévez
Soy la mamá de Felipe, mi primer hijo, que ahora tiene 5 meses. A los 3 meses me reincorporé al trabajo y me pregunto quién fue la feminista que dijo que las mujeres podíamos trabajar, criar un bebé, atender un marido y hacer las compras. ¡Es dificilísimo!
Esta carta es un desahogo por todas aquellas mamás que me encuentro en cada lugar que voy, por cada mamá silenciosa que se levanta mil veces por la noche a dar teta a su bebé, a poner un chupete o cambiar un pañal; por cada mamá que se sienta una “traficante” de leche; por cada mamá que es mirada cada vez que se levanta de su escritorio 15 minutos para sacarse leche; por cada mamá que tiene que dejar a su bebe en un jardín maternal (¡desgarrante!); por cada mamá que volvió a su trabajo y no tenía más su escritorio; por cada mamá que al tomarse la mísera hora de lactancia para irse a su casa a reencontrarse con su bebé es tildada de “sindicalista”; por cada una de ustedes que al leer esta carta van a saber de qué hablo.
Cómo puede ser que las leyes no contemplen más tiempo para criar a nuestros hijos recién nacidos. Cómo puede ser que hagan campaña sobre lactancia hasta los 6 meses y muchas de nosotras a los 45 días dejamos a nuestros bebés en manos de otras personas. Cómo puede ser que nos hagan volver al trabajo tiempo completo cuando dormimos cada dos horas y tenemos la responsabilidad de una vida en nuestras manos.
Cómo puede ser que estemos tan desamparadas… Les puedo decir que somos muchas las madres que tenemos este nudo en la garganta. Somos muchas las que tenemos que trabajar, pero vamos con lágrimas en los ojos. Somos muchas las que tenemos ganas de gritar que nos dejen estar con nuestros hijos, por lo menos hasta que tengan un año. No soy una vaga que no quiere trabajar. Al contrario, el trabajo dignifica y me da mi identidad, pero ahora soy la mamá de Felipe antes que nada. Somos muchas las que no quemamos vagones, ni tomamos predios, somos muchas profesionales, de clase media, la clase media realmente laburante, que necesitamos que nos escuchen.
Ser madre te desequilibra emocionalmente, terriblemente en mi caso: según mi marido me convertí en un monstruo… Puede ser… estar sin dormir, trabajar y atender a mi bebé me convierte simplemente en madre. Les pido a los legisladores y especialmente a nuestra Presidenta, por favor, hagan una ley que nos ayude a poder darle la atención, el cariño, el amor a nuestros bebés. Ayúdennos a que sean lactantes hasta los 6 meses. Ayúdennos a que al volver a nuestros trabajos no seamos miradas como bichos raros. Ayúdennos… les pido que tengan en cuenta que el primer año de vida de nuestros hijos es fundamental que estén con sus madres. Con lágrimas en los ojos, ¡les pido por favor que nos escuchen!
Juliana Estévez “EL MONSTRUO” mamá de Felipe, ladyjuli@hotmail.com
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